martes, 29 de junio de 2021

AUNQUE LA TRANSFOBIA SE VISTA DE VIOLETA, TRANSFOBIA SE QUEDA

PALABRAS PREVIAS 

«El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos» (Antonio Gramsci).  Los monstruos aparecen también en nuestro interior si, como en este momento, estamos también nosotros en crisis porque "la cultura dominante es la de la clase dominante". Y te encuentras supuestas personas compañeras que no se inmutan en el hecho de que, cada vez más, parte de su agenda coincida con la del nacionalcatolicismo ( exceptuando a unas de las lideresas de este asunto, Lidia falcón, que ya se ha dado cuenta y comparte acción con VOX y su entorno)

EL IGNOMINIOSO ASUNTO

Este fin de semana he contemplado con horror  como algunas personas que se decían feministas y de izquierdas realizaban un intento, fallido, de transgredir  principios ineludibles tanto al feminismo como a la izquierda alternativa.

En primer lugar,  andando medio siglo atrás en nuestras reivindicaciones y negando el derecho a la autodeterminación de género. Y los argumentos para ello no tienen desperdicio. Me costó mucho seguir leyendo la convocatoria cuando llegué al punto que exponía que la autodeterminación de género haría que los violadores y maltratadores se declararían mujeres para ingresar en los módulos carcelarios de mujeres y violarlas y maltratarlas.  Sobrarían comentarios sobre semejante idiotez si no fuese porque ese argumento, aparte de irreal, desprecia un problema real. No hay, posiblemente, un colectivo social más excluido y violentado que el trans y, aunque no totalmente, la autodeterminación de género puede resolver situaciones. Y la determinación de género no puede estar al albur de obligadas operaciones y dictámenes externos a cada persona. 

Y si el manifiesto mal ocultaba transfobia y homofobia, las consignas y cartelitos de las personas que , afortunadamente escasas, respondieron a la convocatoria lo explicitaban con más claridad: 

"Las mujeres son hembras humanas", "machirulos con tacones", "vuestras pollas no caben en el feminismo"... 

Lo que no cabe en el feminismo ni en la izquierda alternativa es la homofobia ni la androfobia. 

Como tampoco caben comportamientos sectarios y manipuladores como:

Intentar representarse como el "movimiento feminista" cuando no se es más que un grupúsculo, reitero, afortunadamente. 

Para que quede claro  su desprecio al conjunto del movimiento LGTBI+ convocan las movilizaciones en los días en que se celebra el Orgullo. 

La pancarta que más me gusto el sábado en la manifestación del orgullo crítico en Barcelona era la que rezaba MIS DERECHOS NO SON UN DEBATE. Y es cierto, igual que no debatimos con el fascismo no debemos debatir con la homofobia venga de donde venga. La homofobia no se debate ni en el feminismo, ni en la izquierda alternativa, se le, al menos, excluye. 

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