Un acuerdo político de los tres grupos del Parlamento
Andaluz conducido por Susana Díaz, Consejera de la Presidencia,ha terminado
antes de la conclusión de su actual mandato con la dilatadísima trayectoria,
17 años, de José Chamizo como Defensor
del Pueblo Andaluz.
El cese se produce con el reconocimiento de los mismos que
lo han cesado de un brillante ejercicio, reconocimiento tal vez no sincero pero
si real y ajustado.
José Chamizo ha sido capaz de asumir la necesaria
independencia de quien lo ha elegido para desempeñar su función al lado de las
personas, vigilante de sus derechos. José Chamizo ha realizado una gran
labor y ha prestigiado a Andalucía y sus instituciones.
17 años son muchos, excesivos sin duda, para el desempeño de
cualquier cargo. El límite de mandatos es una medida necesaria para la
regeneración institucional pero ¿por qué se produce el cese anticipado? ¿por
qué en el público desencuentro y reproche
de José Chamizo a la inductora del mismo, Susana Díez (y un psicópata
del PP, en sus propias palabras)? http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/05/22/andalucia/1369246685_604274.html?rel=rosEP
Escribo estas notas y respondo a esas preguntas desde la perspectiva de una persona comprometida
con el Gobierno Andaluz desde el convencimiento (y no la palabrería) en que
este será útil en cuanto sirva para apoyar la rebelión ciudadana ante las agresiones
de la Troika y su delegación institucional en España: el gobierno de Mariano
Rajoy; en cuanto sea capaz de caminar
hacia la democracia real, devolver la soberanía al pueblo y crear Poder
Popular.
Y, desgraciadamente, Chamizo no es cesado para favorecer
este camino, este cambio de rumbo en el Gobierno de la Junta de Andalucía que
algunas medidas impulsadas por Izquierda Unida parecen marcar. No, el cese de
Chamizo no responde a las necesidades de protección de sectores del pueblo
andaluz cada vez más amplios arrojados a la exclusión social, Chamizo no va a
ser sustituido por una voz más firme, más bronca, más independiente ante el
poder y más cómplice con los de abajo. No.
El cese de Chamizo por Jesús Maeztu, hombre de buenas
intenciones, de pobre balance en su
Comisionado del Polígono Sur y reconocida pleitesía al poder agrada, sin
duda, al Partido Popular y aumenta el
poder y control de Susana Diez que coloca a uno de los suyos en una institución
que puede ser, si la ejerce alguien desde la independencia, incómoda.
¿Y qué pintamos en esto Izquierda Unida? Pintamos que lo
nuevo no acaba de nacer y lo viejo no acaba de morir. Y udisonando con la
trayectoria sincera y resuelta de enfrentar la actual situación desde la
rebelión hacia un proceso constituyente que devuelva al pueblo
el poder que le ha sido sustraído por los mercados y regenere un sistema
corrupto, en España y en Andalucía, una vez más renqueamos y nos dobla el paso la caduca
tradición de los hijos del carrillismo: respetabilidad y sentimiento de clase
política, de casta de padres de la patria.
#VamosCaminando , pero los que nos pueden acompañar en este
camino sufren, afortunadamente, hipersensibilidad a las incoherencias, y ésta
no es una menor porque debilita una institución importante y reconocida en la
lucha contra la exclusión y por los derechos ciudadanos. Lo que sobran no son
Chamizos son Susanas Díaz. Si el PSOE andaluz ha decidido comprar su billete al
basurero de la historia entregando el poder a Susana y toda la vieja
politiquería que representa, ese no es nuestro tren. Ni podemos seguir siendo muleta
y sostén de un partido que debe regenerarse o desaparecer.
Estoy convencido de que la XIX Asamblea de IULVCA reafirmará
los pasos, muchos, que se han dado correctamente en este gobierno de coalición
y cercenará las dudas y las herencias del viejo e improductivo eurocomunismo hispano
En todo caso, y porque no hay que perder la esperanza, ni en
el porvenir ni en la condición humana, espero lo mejor de Jesús Maeztu; no será
el primer católico sincero (no confundir con aquellos cristianos de Rocío y
pandereta para los que la religión no hace sino justificar el sistema dominante
y todas sus injusticias) que ante una alta responsabilidad se reencuentra con
su devoción y empieza a hacer lo que dice y, a lo mejor, Susana pierde un
bastón y Chamizo tiene un digno sucesor.
Por ello, por Jesús Maeztu, rezo a la Virgen del Rocío.