domingo, 24 de febrero de 2019

TRISTES GRACIAS A PEDRO SÁNCHEZ o como convertrir un cobarde homenaje a un insulto a la memoria de Azaña

TRISTES GRACIAS A PEDRO SÁNCHEZ.
Habrá que agradecer que tras 40 años de "democracia" un Presidente del Gobierno de España acuda a la tumba de de Manuel Azaña. Habrá que agradecerlo pero habrá que tomar nota de su falta de valentía y del cordón umbilical que siguen mateniendo con el franquismo. Y de la falta de respeto a la memoria de Azaña. No vale con actos simbólicos, puntuales. Sigue pendiente la anulación de todas las causas del franquismo, el reconocimiento del genocidio y la persecución penal de su apología. No acometerlo es prueba de la pervivencia de los poderes fácticos de la dictadura (encabezados por el sucesor de Franco a título de Rey). Y triste y miserable es acudir a la tumba de Azaña con el triste trapo de los borbones y de Franco. El Gobierno colaboracionista de Vichy no permitió que se enterrara a Manuel Azaña con la bandera de la República Española (LA BANDERA DE ESPAÑA). Ante la exigencia de que fuese enterrado con el trapo rojigualda, el embajador de México Rodriguez Taboada (que habia asegurada la custodia y defensa de Azaña en sus últimos días informó al Gobierno de Vichy que “Está bien. Lo cubrirá la bandera de México; para nosotros será un privilegio; para los republicanos, una esperanza; y para ustedes una dolorosa lección”. Así que tristes gracias a Don Pedrito Sáchez, tu cobarde acto ha hecho posible los deseos del Régimen franquista y de los colaboracionistas de Vichy, insultar la memoria de Manuel Azaña. Lo que un Presidente del Gobierno de España debiera haber hecho es llevar la bandera de la República Española a la tumba de Azaña y dar gracias al Gobierno de México por aquel acto y por otros muchos en defensa del pueblo de España.
Franco y Petain te agradecen hacer posibles sus deseos 79 años después.