sábado, 14 de diciembre de 2013

LO LLAMAN DEMOCRACIA Y PROHIBEN PREGUNTAR #9n2014 #ConsultaSioSi

En el asunto de la consulta catalana lo que debiera preocupar a los “demócratas” (si lo son) es
a) ¿Por qué la legislación de este pais “democrático” no tiene no ya referendums vinculantes 
sino tan siquiera la capacidad de realizar consultas sobre cuestiones esenciales?
b) ¿Por qué, una vez más la opinión popular mantiene un abismo con la representación 
parlamentaria (básicamente hay un empate en la opinión pública acerca de la idoneidad de laconsulta y una amplísima mayoria parlamentaria en contra?. (El valor de ese abismo es 
todavía más relevante en tanto la presión de la cultura oficial y los medios de comunicación es básicamente unánime y contraria).
c) ¿Por qué el independentismo catalán cuenta, por primera vez,al menos en este periodo
histórico, con posibilidades de ser mayoritario en Cataluña?
El crecimiento de la opción independentista, que sitúa en los sondeos a Ezquerra 
Republicana de Catalunya (ERC) como primera fuerza política, ha hecho aparecer con
representación a otra opción política, ola Candidatura dUnidat Popular ( CUP) y ha hecho que Convergencia i Unió sitúe en su agenda inmediata la cuestión soberanista (hasta ahora la 
posición, sobre todo de Convergencia era: no está en la agenda actual). Las opciones 
españolistas, el discurso politiquero y alguna izquierda fundamentalista (a la que después me dedicaré a refutar) han usado el burdo discurso de que ese cambio de políitico viene motivadopor la necesidad de desviar la atención acerca de la gestión de la Generalitat. Sea o no sea un acicate para alguna fuerza política el avance de la opción independentista no viene de una conspiración mediatica en este sentido, todo lo contrario.
Se ha roto el Consenso Constitucional. El estado de las autonomías se mantenía fruto del
acuerdo pero la Constitución del 78 (pactada en un marco político de mayoría y control por 
parte de los herederos aperturistas del franquismo) establecía mecanismos de reversión hacia la  centralización del Estado. Y los mismos se han usado, con la excusa de la crisis y la
presión de la troika, para recentralizar hacia un gobierno que actúa como delegado de la 
misma
En un Estado como España, plurinacional, el modelo de articulación territorial sólo es 
sostenible desde el consenso, y para la izquierda real sólo es entendible desde el derecho a 
la autodeterminación. Las tensiones independentistas son manejables en el marco de ese consenso y con la habilitación de mecanismos de autogobierno no intervenibles desde el centro.
El ataque al Estado de las Autonomías está en la lógica y la agenda del resto de las 
agresiones democráticas y sociales. Asistimos a un Golpe de Estado, a un proceso 
constituyente opaco que hace cambios y lecturas constitucionales que conducen a la pérdida de democracia y la ausencia de derechos sociales. Lo hace, además, cada vez con mayor 
impunidad y desprecio a la democracia. Un ejemplo que sitúa Alberto Garzón en su artículo 
 “Real Decreto-Ley 14/2013, de 29 de noviembre, de medidas urgentes para la adaptación 
del derecho español a la normativa de la Unión Europea en materia de supervisión y 
solvencia de entidades financieras. En este decreto, de apariencia técnica, se esconde una 
disposición adicional tercera que concede a los alcaldes un poder especial para ignorar al
Pleno en aquellos casos en los que pueda ejecutarse un plan de ajuste y éste no cuente con la aprobación del Pleno municipal...  Una medida notoriamente antidemocrática que 
precisamente se justifica, en la memoria del propio decreto, en los siguientes términos:
«el objetivo de esta disposición es facilitar la mayor incorporación posible de municipios a las medidas extraordinarias citadas eliminando obstáculos que no deberían afectar al logro de la estabilidad y del reequilibrio de aquellas entidades».

Sin tapujos, la democracia se sitúa como “obstáculo”, lo que manda es la opinión de la troika, en definitiva del capital financiero.

Estas políticas a las que nos enfrentamos no están circunscritas a la UE. Son la concreción regional de la globalización neoliberal que hace aliadas la lucha de clases, la soberania nacional, la defensa de la identidad y la democracia local.

Nos encontramos emparedados entre una Constitución obsoleta que no recoge las reivindicaciones, hoy mayoritarias de la población, de democracia directa y democracia participativa y la entrega de poder real a la troika. Y de esta situación hemos de salir con la construcción de un Proceso Constituyente Popular que tendrá distintos matices y prioridades. En este sentido el apoyo a la capacidad de decidir y, desde luego a la posibilidad de que se realice la consulta del 9 de noviembre de 2014 debe ser clara e inequívoca. Constituye una aportación fuerte a la construcción de dicho proceso.

Además de los partidos del Regimen, antiguos o nuevos (PP, PSOE, UPyD) algunos sectores de la izquierda proclaman reticencias a considerar esta alianza basados en una lectura torticera del internacionalismo y directamente falsa del leninismo.

La solidaridad internacionalista tiene su base en la solidaridad obrera con procesos de liberación tanto de las burguesias nacionales como de las intervenciones extranjeras. Y La posición de Lenin al respecto fue siempre clara (no así la de otros líderes del movimiento comunista como Rosa Luxemburgo). De los primeros años de la Revolución Rusa podemos extraer posiciones no sólo teóricas sino prácticas de la política leninista, fuese o no favorable el crecimiento inmediato del proceso revolucionario. ( relación con el Soviet de Finlandia, la cuestión cosaca, p.e.)

Igual de burdas son las teorías acerca del carácter burgués del nacionalismo catalán. Y más en un momento en que las posiciones soberanistas crecen y están hegemonizadas desde opciones de izquierda catalana.

Asimismo, la prohibición de la consulta conduce a inclinar la balanza (hoy discutible) hacia el independentismo, porque el crecimiento del mismo viene de la mano del proceso recentralizador y la ausencia de garantías de autogobierno del actual marco político que está conduciendo a sectores indecisos a dar por perdida la posibilidad de construcción de un Estado Catalán dentro de España.

Podrá torcerse, a corto plazo, la capacidad de decisión de Cataluña mediante el uso de mecanismos coercitivos pero perderemos la posibilidad de consensuar con una mayoría catalana las construcción de una República Federal.

La posición de la izquierda real debe estar clara: apoyo a la posición de Ezquerra Unida i Alternativa (EuiA) #ConsultaSioSI de acuerdo con el Pacto Nacional por el Derecho a Decidir y dentro de la consulta Si al Estado Catalán, no a la independencia.

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